Ensayo
PRESICIONES HISTÓRICAS SOBRE LA INDEPENDENCIA DE
PANAMÁ DE ESPAÑA
Autor
MSc. BENEDICTO SALDAÑA
Introducción
En
el presente ensayo presentaremos la evolución de los hechos entorno a la
conformación de las condiciones apropiadas conforme fue ideada por los próceres
para que nuestra independencia política con España se cristalizara el 28 de
noviembre de 1821 sin ayuda externa con una característica muy propia de los
panameños, pero que de igual manera se tomó en cuenta una organización defensiva en caso de agresión española y de
igual forma se conjugaron allí un gran nacionalismo cimentado por un largo
período de avivamiento que finalmente se vio reflejado en el valor demostrado al momento que
incursionaron naves de guerra enemigas en la bahía de Panamá, precisamente el
día en que se jura en acto público la independencia.
Para
un mejor entendimiento primero presentaremos la situación política económica en
que se encontraba España para inicios del siglo XIX, que indudablemente influyó
mucho para que las luchas independentistas se dieran con más facilidad en toda
América Hispana. De igual manera haremos esfuerzos para conjugar todos los
factores que intervienen en el desenlace de
los sucesos del 28 de noviembre de 1821.
En
el estudio haremos acopio de toda una gran cantidad de hechos sustentadores del
porqué de los hechos históricos y en ocasiones nos valdremos de citas
bibliográficas de autores reconocidos
para una mejor fundamentación de nuestro enfoque histórico sobre este hecho
trascendental en la historia patria.
Precisiones
Históricas sobre la Independencia de Panamá de España.
La independencia
significa, con respecto a los países, lo que para las personas adultas
significa mandarse en su propia casa. Es la forma que casi todos los pueblos
del mundo han escogido para gobernarse a sí mismos y ser dueños de su propio
destino. La independencia nos capacita para interactuar con el resto del mundo,
con personalidad propia, a base de decisiones tomadas por nosotros mismos y no
por un gobierno extranjero. En este
sentido la independencia es
el derecho de nuestro pueblo a mandarse en su propia tierra mediante un
gobierno plenamente democrático que proteja los derechos humanos y afirme
nuestra nacionalidad. Es el disfrute de todos los poderes y atributos de la
soberanía que son necesarios para lograr mayor desarrollo y prosperidad con
identidad propia.
Desde
el momento histórico de la proclamación de la independencia de Panamá con
respecto a España se ha ido conformando una historiografía bastante amplia con enfoque
distinto, lo cual permite una mejor claridad de los hechos. A pesar de la
abundante bibliografía y de los nuevos enfoques, la historia de la
independencia siguen siendo un fenómeno natural apasionante que amerita estudios más profundos. En este
trabajo trataremos de tocar todos los elementos históricos internos y externos
que influyeron en ese hecho histórico tan importante como fue nuestra independencia
y para ello nos sustentaremos en la producción investigativa e interpretativa
de algunos historiadores sobre los sucesos del 28 de noviembre de 1821.
La independencia de
Panamá llegó tardíamente con respecto a las naciones de América del Sur
particularmente porque durante la guerra entre España y Francia que se inicia
en 1808, la madre patria va a requerir de mucha ayuda económica de parte de sus
colonias y en ese sentido el Reino de
Tierra Firme a través del comercio panameño va a proporcionar importantes
aportes financieros y al terminar la agresión extranjera el Rey Fernando VII
buscando agradecer el gesto a los habitantes del Istmo expide el Decreto de
Franquicias según el cual, Panamá iba a ser la depositaria de todas las
mercaderías que se debían distribuir a través de un activo comercio en las
colonias hispánicas de América. Esta franquicia permitió el desarrollo de una
actividad económica muy dinámica que permitiría crear un estatus de gran
bonanza económica a partir de 1814 lo cual la mantuvo sujeta a la madre patria.
Para los panameños en esos momentos pensar la independencia no era la mejor
salida ya que “el comercio renació con mucho vigor; la energía productora de
los habitantes tuvo nuevos estímulos para su actividades y la lucha por el
bienestar individual produjo como consecuencias necesarias, el renacimiento del
progreso de todos”1.
Esta bonanza económica decayó poco tiempo después como consecuencia
de presiones de los comerciantes de Cádiz ante el Rey Fernando VII, quién
finalmente deroga el decreto de franquicias
y los istmeños se ven sometidos a un encierro económico, ya que las
naciones hispanoamericanas que habían logrado su independencia, ya no estaban
obligados a comerciar con ciudades de dominio español, por tal motivo había que
pensar en otras posibilidades para un futuro más promisorio y la independencia
podía ser una de estas posibilidades. Y es que la eliminación de las franquicias
dan lugar a “efectos en la conducta sociopolítica del Istmo que resultaron
sumamente decisiva y se empezó a hablar de la importancia de la
independencia”2.
Otra hecho importante que explica lo tardío de la
independentista panameña del decimonono lo determina el creciente interés que
va tomando el Istmo de Panamá como punto geopolítico determinante para
facilitar el comercio ultramarino y ejercer control sobre el resto de las
colonias hispanoamericana. Hay que recordar que
a la gobernación de Tierra Firme llega el 2 de agosto de 1821 a Panamá el general José de la Cruz Murgeón
con el reciente nombramiento de S. M. C. de Capitán General del Nuevo Reino de
Granada, con la posibilidad de alcanzar el título de Virrey si recuperaba dos
tercios de su territorio ahora en manos de los revolucionarios. Además, no
olvidemos la
____________________________
- Castillero R. Ernesto J. Raíces de la Independencia de Panamá, Edición Digital de la Academia panameña de la Historia en conmemoración de Las Bodas de Diamante de la república de panamá. Panamá noviembre 3 de 1978. Pág. 15
- Castillero Calvo Alfredo, Independencia de Panamá de España, Edición Digital, pag. 9.
estructura político social que se vivía en Panamá para
inicios del siglo XIX producto de una relación de dependencia con la madre
patria donde el Istmo recibía un trato preferencial en materia económica,
primero por su condición geográfica que permitía la fácil comunicación entre
los océanos Pacífico y el Atlántico que
fue configurando su economía dependiente del comercio español y pareciera que
la independencia la pondría en una situación de riesgo económico; segundo Panamá era una de las pocas gobernaciones
subvencionadas por situados de ciento cincuenta mil pesos que le daba el
Virreinato de Nueva Granada y la misma cantidad también le aportaba el
Virreinato del Perú y tercero en la gobernación del Reino de Tierra Firme se
estableció en dos oportunidades el Virreinato de Nueva Granada: entre 1812 y
1813 se estableció el Virreinato de Benito Pérez y entre 1820 al 3 de agosto de
1821 el de Juan de Sámano, lo que creó un estatus político de obediencia y
cooperación con el consecuente engranaje vinculante con la corona española. Con
la presencia de Murgeón con un fuerte ejército
que lo acompañaba y Sámano en1820 y 1821 en el Istmo pareciera que el mismo
fuera un bastión que habría de conservarse. El Reino de Tierra Firme había
adquirido tal importancia que “…el Rey había nombrado al Brigadier Tomás Cires
para que ejerza funciones en el Istmo y procure la conservación de un punto tan
importante”3.
Después de analizar esta coyuntura histórica que de hechos retardaron nuestra independencia podemos
comprender mejor y valorar en su justo merito la acción de los protagonistas de
los sucesos del 28 de noviembre y quizás la forma como lo llevaron a cabo éstos
eventos se debió también a la especial formación de un pueblo acostumbrado a la
prestación de servicios producto de un determinismo geográfico Ístmico que obligadamente comunica a dos
grandes océanos y engarza a dos
bloques continentales. Entonces sin
querer presentar alegato en defensa sobre la forma práctica en que los
panameños dirimieron su
_________________
- Molina Mario, Veraguas la tierra de Colón y Urraca. Editora Arte Grafico Impresores, Panamá 2008, pág. 791.
Libertad, queremos decir que se trata un pueblo moldeado por
su geografía, que más bien está compuesto de negociantes y profesionistas
libres y pacíficos al servicio del
mundo, que de militares.
De igual manera que la presencia de estas autoridades en
panamá causaron en su población cierto aletargamiento psicológico por los
procesos independentistas, también retardaron la introducción de instrumentos
difusores de las ideas liberales muy propias de la época y consecuentemente del
conocimiento público de los avances revolucionarios en otros puntos de la
geografía colonial de América Hispánica, lo que mantuvo a los istmeños en
general alejados de la efervescencia de las luchas libertaria de nuestros hermanos circunvecinos.
Hasta ahora hemos presentado los hechos que de alguna manera
retrasaron nuestra independencia y que quizás nos presenta ante la historia
como un pueblo poco solidario con sus hermanos circunvecinos, pero la realidad
es que las condiciones en que evolucionaron cada nación hispanoamericana fue
muy distinta y la de Panamá fue muy especial como apuntamos anteriormente. La
suerte fue echada para nuestro pueblo, pero finalmente se fueron dando las
condiciones para lograr llegar a constituirnos como nación libre.
Con la introducción
de la imprenta en Panamá en marzo de 1820, esta va a convertirse en una herramienta importante
de la independencia, porque poco tiempo
después se funda el periódico semanal La Miscelánea del Istmo que tiene como
columnistas a ciudadanos de claras ideas liberales muy de moda en los círculos
intelectuales del decimonono tales como: Juan José Argote, Manuel María Ayala,
Juan José Calvo y Mariano Arosemena, e impresor José María Goitia. Desde su
primera publicación, el periódico causó una influencia grande no sólo en
profundizar en las ideas libertarias en Panamá sino también en toda América
Hispana. Tal fue el impacto nocivo al sostenimiento del gobierno monárquico en
Panamá que incluso hubo intentos en suprimirlo, pero a causa de las nuevas
disposiciones legales establecidas en la constitución liberal monárquica española de 1812, donde se permitía libertad
de prensa el mismo sobrevivió de momento.
Otro ingrediente importante en la conformación del ideario
independentista del pueblo panameño fue la elección democrática de las nuevas
autoridades a cargo del Cabildo de Panamá para el año 1820 que queda integrado por ciudadanos instruidos y muy apegados a las
ideas liberales republicanas, como lo son: Alcaldes ordinarios: los ciudadanos Luis Laso de la Vega y a
Mariano Arosemena; Regidores: los
ciudadanos Manuel de Arce Delgado, Juan Manuel
Berguido, Dr. Pedro Jiménez, Dr. Carlos Icaza, Juan José Calvo, Remigio
Laso, José Pablo Jiménez y Tadeo Pérez; de Síndicos Personeros: los ciudadanos Blas Arosemena y Ventura
Martínez. Para Secretario fue elegido el ciudadano Manuel María Ayala. Este
acto democrático agradó mucho al pueblo que por primera vez escogía a
autoridades lo cual dejaba una imaginación abierta hacia el futuro político
istmeño, y es que “…por primera vez, se usó del derecho de elección en lo
municipal, procediendo de un modo conveniente a las libertades públicas. No
dejaron los españoles de conocerlo, i quedaron recelosos de las tareas futuras
del Cabildo constitucional”4.
El nuevo cabildo capitalino para dar a conocer lo que hacían
en la comuna y así mantener informado al pueblo inició trabajo de publicar un
folleto oficial, al tiempo que miembros de este órgano de gobierno iniciaron la
organización en casi todo el Istmo para conspirar secretamente en contra del
gobierno español. Esta conspiración
consistió en una correspondencia secreta con ciudadanos prominentes en
el Istmo y que compartían la causa republicana para que todo el movimiento
independentista tuviera una organización homogénea. Sobre esta conspiración nos
expresa Mariano Arosemena: “El círculo se extendió con los miembros foráneos, o
sean sus agentes: en Los Santos con los ciudadanos José María Correoso, José
María Escala i Juan Iturralde; en Penonomé con el ciudadano Eduardo de la Guardia;
en David con el ciudadano Lorenzo Gallegos; en la Chorrera con el ciudadano
Joaquín Meléndez, i en Portobelo con el ciudadano Antonio Ayarza. Estos
patriotas desempeñaron cumplidamente su misión. Por doquiera el espíritu de
libertad tomaba vuelo”5.
_____________________
- Arosemena Mariano, Apuntamientos Históricos 1801-1840, Edición Digital, pág. 99.
- Ibiden. Pág. 101.
Con la llegada al Istmo del Virrey, General Juan de Sámano
para finales del año 1820 con el propósito de ejercer desde allí su
administración dado que las fuerzas revolucionarias lo expulsaron de Nueva
Granada; de momento los espíritus libertarios
panameños fueron aplacados y los columnistas del periódico bajaron el
imperio con que se pronunciaban al pueblo, además la frecuentes reuniones de
los patriotas cesaron por un tiempo.
Todo parecía que la idea de la república era una mera utopía frete a la nueva
realidad política de un virrey acompañado de una fuerza militar, pero por la mente de los ideólogos de la libertad
se mantenía viva esta llama de esperanza porque el trabajo de conciencia libertaria
ya se había hecho.
Pero el devenir trae consigo sucesos insólitos y uno de
ellos es la muerte del Virrey Sámano a causa de enfermedad natural el 2 de
agosto de 1821 y con ello renace con más entusiasmo el ideario libertario,
mismo que es ensalzado por nuevas publicaciones con elevados tonos de
conspiración, por los preclaros escritores
y próceres de la patria, “afortunadamente para la colonia la estada de Sámano en esta fue de corta duración, pues
gastado y achacoso, no pudo resistir las inclemencias del clima y murió y con ello retornó al país la calma y
confianza de antes”6.
Con la idea de iniciar los avances con miras a recuperar el
territorio del Virreinato de Nueva Granada,
Murgeón equipa militarmente un fuerte contingente que viaja en la
corveta Alejandro y dos goletas hacia Quito con la esperanza de establecer
en esa ciudad su administración y deja a
cargo de la comandancia en Panamá al Coronel panameño José de Fábrega. Y a
partir de ese momento la conspiración vuelve a tomar los bríos de antes y cada
vez más se piensa en la libertad ya que
el ejército español en Panamá se había
reducido a unos trescientos soldados. “Todo esto y la circunstancias de que un
coterráneo ocupara el primer puesto del país, avivó en los istmeños la idea de
emanciparse por sus solos esfuerzos de España”7.
___________________
- Arrocha Graell Catalino, Historia de la Independencia de Panamá sus antecedentes y sus causas, 1821-1903, Lito-Impresora Panamá, SA, pág.21.
- Sosa Juan B. y Arce Enrique J. Compendio de Historia de Panamá, Ediciones Facsímil de la de 1911. Pág. 199.
Con mucha sagacidad procuró el Capitán General ganarse la
adhesión de los panameños a su causa, pero estos ya tenían cifrada sus
esperanzas en la libertad a través de la república y es que las condiciones de estancamiento
comercial en que se encontraba el Reino de Tierra Firme no eran nada halagüeña y no había tiempo de reconsiderar un nuevo
devenir especialmente porque España
todavía estaba debilitada por la guerra contra Francia y además el ejercito que
tenía en sus colonias de América había sufrido un gran desgaste por enfrentamientos
con los ejércitos revolucionarios de las colonias especialmente en América del
Sur.
Ante esta situación de debilidad, la conspiración arrecia
por diferentes puntos de la geografía Istmeña; en lo Santos se dan gritos de
independencias, pero carentes de un plan estratégico tendiente a conformar un
gobierno propio hecho al molde de los santeños, de igual manera no decidieron si
iban a mantenerse libres o unidos a otra región de la geografía istmeña, sólo
hubo un grito de independencia el 10 de noviembre de 1821 pero sin proyección
de futuro. Sobre esta situación se expresa el Dr. Gasteazoro “aparece un movimiento
reaccionario en La Villa de Los Santos, proclamando la independencia, aunque de
modo irregular y deficiente, pues aquellos habitantes no declararon el gobierno
que se daban ni decidieron cosa alguna sobre los negocios de la nueva
asociación política. Novicios se contentaron con llamarse independientes”8. Ahora, es de reconocer que en el interior del
Istmo la fiebre de libertad se vive con intensidad, pero sin orientación de
conjunto, de unidad regional, lo que parecía dar muestras de improvisación emocional
que se desprende quizás del poco contingente militar y en consecuencias las
luchas se llevaban a cabo con más libertad que en la capital, donde los
soldados amenazaban con atropellar el pueblo. Don Segundo Villarreal reúne al
Cabildo y en presencia de las autoridades declara la Independencia de Los Santos
sin que medie combate ni esfuerzo bélico, lo que nos indica que en estos
pueblos del interior istmeño fue más fácil
la conspiración independentista que en la capital, donde las autoridades
realistas vigilaban los movimientos de algunos ciudadanos considerados como conspiradores
de la monarquía española.
_________________________
- Gazteazoro, Carlos Manuel, La Independencia de 1821 como nueva etapa en el devenir histórico panameño, Edición Digital, Pág. 10.
A pesar de esta situación, por los lados de la capital se
trabaja psicológicamente a los pocos militares que guarnecían la ciudad, con
amenazas de que el pueblo estaba preparando una revolución y se le iba a dar
una muerte atroz a los soldados, por lo que aconsejaban desertar. Además se
contaba con una diputación representativa y un cabildo que respaldaba el
movimiento y de igual manera se esperaba que una vez promulgada la
independencia el Gobernador encargado Coronel José de Fábrega, natural de estas
tierras se hiciera el desentendido. Pero había preocupación por las filas de
las élites organizadoras de la independencia porque no contaban con un ejército
civil que les hiciera frente a cualquier amenaza bélica de las huestes
españolas que se encontraba luchando en Sur América o de las que estaban en
Puerto Rico o Cuba y en repetidas veces se decían que después de declarada la
independencia no se podía retroceder y había que defenderla a como diera lugar;
el problema era que existía un
prohibición que ningún civil debía tener armas y menos aún portarlas; además
era bien conocido por las autoridades que había conspiración entre algunos
hombres letrados y poderosos económicamente, por lo que se le tenía montada
vigilancia permanente como gene peligrosa para la Monarquía.
Después de los hechos ocurridos en la Villa de Los Santos el
10 de noviembre de 1821 se puede resaltar por parte de las élites patrióticas santeñas,
los preparativos para iniciar un trabajo
sistemático tendiente a crear focos insurgentes en otras localidades de la
geografía interiorana del Istmo. Es así que poco tiempo después de declarada la
independencia en Los Santos, se nombra comisionados para propagar la libertad
en el interior del país y los próximos pueblos en declarar su Independencia
fueron: Nata y las Tablas y a estos siguieron Parita, Ocú, Pesé, Macaracas
entre otros y en cada uno de ellos los ayuntamientos organizaron contingentes
armados para garantizar su libertad.
Frente a esta situación de claro patriotismo, el gobernador
de Panamá José Fábrega nombra una comisión negociadora que viaja a Los Santos
para negociar el retorno a la autoridad legítimamente constituida en el Reino
de Tierra Firme y la respuesta fue un no con amenazas de ir con las fuerzas
rebeldes rumbo a la capital para libertarla y consideraron que ese era el
momentos de hacerse respetar, frente a cierta supremacía que históricamente
había ejercido ésta sobre los pueblos del interior.
Acerca de este momento
histórico se refiere el historiador Celestino Arauz “…los santeños rechazaron
de plano las propuestas de los emisarios capitalinos José María Chiari y José de la Cruz Pérez
para que depusieran su ánimo independentista, aquellos tomaron conciencia de
que había llegado la hora de optar por la ruptura definitiva con la metrópoli”9.
El ejemplo dado por los pueblos del interior del Istmo
prendió de entusiasmo a los patriotas capitalinos y consideraron que era el
momento, ya que ahora se trataba de todo el reino de tierra firme que vivía el
momento de libertad que se iba esparciendo como polvorín y que estaban seguros
de que de haber una asonada represiva de parte de las huestes reales, todo el
pueblo istmeño defenderían su libertad. En este sentido había que utilizar
todos los recursos posibles aún cuando los mismos no fueran del todo aprobado
por principios éticos o morales, ya que incluso aristócratas comerciantes como
los hermanos Blas, Gaspar y Mariano
Arosemena y el antioqueño José María Barrientos utilizaron parte de sus
fortunas personales para sobornar a la pequeña guarnición que todavía quedaba en
la capital. A los soldados que desertaban y se iban a casa se les pagaba $10
pesos y a los que desertaban y se llevaban el fusil se les daba $25 pesos, ya
que esa arma podía ser utilizada en caso de que tuvieran que defenderse.
Paralelo a esta acción Blas Arosemena organizaba grupos
militares entre los soldados desertores, patriotas civiles capitalinos y del
interior para tener un contingente armado que le hiciera frente a una posible
agresión militar de reconquista de parte de las fuerzas españolas en América
Hispana.
Ya todo estaba preparado para el desenlace y así llega el 28
de noviembre de 1821, día escogido por los próceres para la declaración de
independencia, y el pueblo en armonía se concentra en la Plaza Catedral y piden
enardecidos de júbilo que el Cabildo Capitalino sesione de manera
extraordinaria e inmediatamente el
Cabildo se presenta ante la Casa Municipal y se elaboran invitaciones a las autoridades administrativas, militares, religiosas y
____________________
- Arauz Monfante Celestino, Independencia de Panamá, Edición Digital. Pág. 94.
Prominentes ciudadanos de la sociedad metropolitana que
asisten a la solemne sesión y frente a todos se declara la independencia
política con respecto a España y se elabora el acta para dejar por sentado tan
importante decisión, misma que consta de doce artículos. En su artículo segundo
se deja claro que los territorios del Istmo de Panamá pertenecen al Estado de
Colombia y a cuyo congreso se enviará posteriormente una representación a nivel
de Diputado, con lo cual no debe sorprendernos el histórico 24 de febrero de
1822 cuando se jura la constitución colombiana. La decisión de los próceres no
debe sorprendernos porque nuestro Istmo estuvo unido durante el período colonial a América del Sur, primero por
pertenecer a la jurisdicción de la Real Audiencia de Panamá que incluía los
territorios de Tierra Firme, Veraguas, Chile, Perú, Río de la Plata, Cartagena
y Nicaragua a partir del año 1538; posteriormente por pertenecer a la
jurisdicción del Virreinato del Perú a partir de 1542 y por último por
pertenecer al Virreinato de Nueva Granada a partir del año 1717.
Si comparamos los procesos independentistas de nuestros
hermanos de América del Sur, con nuestra independencia observamos que mientras
ellos la adquirían a sangre y fuego, los próceres de la independencia de Panamá
procedieron de forma muy astuta y un tanto ortodoxa aprovechándose de cualquier
debilidad del poder constituido para capitalizarlo y sacar ventaja.
Cuando se produce la independencia no hubo guerra, ni
sangre derramada, porque no había con
quien luchar en el territorio istmeño en esos momentos, porque todo estaba
preparado para este desenlace, pero hay que dejar claro que los panameños
habían tomado el camino de la independencia política, mismo que estaban
dispuesto a defender si fuera necesario. La valentía de los patriotas se puso a
prueba el 30 de noviembre de 1821 en momentos cuando se juraba en acto público
la Independencia de Panamá de España y se observa que se acercan por la bahía
dos fragatas de guerra de la corona española: la “Prueba” y la “venganza” y se
pensó que el Capitán General Murgeón había regresado e inmediatamente se ordenó
en posición de defensa el destacamento armado organizado por Blas Arosemena y
se le entregó fusil a todo hombre con capacidad de usarlo para defender a su
patria. Esta situación de tensión se mantuvo hasta el 4 de diciembre del mismo
año en que los capitanes de las dos fragatas: José Villegas y Joaquín Soroa
aceptaron retirarse en paz.
Conclusión
La independencia de Panamá de España no debe jamás planteada
como un proceso comandado por emociones del momento, más bien debe analizarse
como un movimiento organizado por estrategas considerados próceres de la patria
que con visión calculadora fueron preparando las condiciones apropiadas para
que a la hora de ordenase el hecho histórico independentista fuera lo menos
sufrido posible.
Cada pueblo con libertad subyugada reacciona indistintamente
en busca de su libertad por diferentes motivos y de igual manera encaran los
procesos libertarios de formas diferentes. En el caso de Panamá la condición que
llevó a los próceres a pensar en la liberación como la mejor opción para el
pueblo fue la crisis económica que se vivía no sólo en la gobernación de Panamá
sino también en los pueblos del interior istmeño y ejemplo de ello es la estela
de gritos de independencias que se dan de manera sucesiva.
Hay que valorar que la independencia de Panamá fue
organizada y ejecutada por patriotas panameños sin ayuda externa de ninguna
índole y se le imprimió una característica distinta de las del resto de América
Hispánica y en ese proceso de organización hubo mucho patriotismo, cálculo
defensivo y se puso a prueba la valentía y heroísmo de parte de los istmeños,
cosa que poco se dice en los libros de historia nacional quizás porque no hubo
una guerra con gran mortandad ni abundante
sangre corriendo por el suelo patrio.
Con respecto a la unión a Colombia que dejaba claro el
artículo 2 del Acta de Independencia y que se concretiza el 24 de febrero de
1822, la misma es comprensible porque acabábamos de dejar el período colonial y
todavía estaba latente en las mentes de los próceres el cordón umbilical que
nos unió por más de tres siglos a la historia del bloque continental
suramericano.
Bibliografía
- Castillero R. Ernesto J. Raíces de la Independencia de Panamá, Edición Digital de la Academia panameña de la Historia en conmemoración de Las Bodas de Diamante de la república de panamá. Panamá noviembre 3 de 1978.
- Castillero Calvo Alfredo, Independencia de Panamá de España, Edición Digital.
- Molina Mario, Veraguas la tierra de Colón y Urraca. Editora Arte Grafico Impresores, Panamá 2008.
- Arosemena Mariano, Apuntamientos Históricos 1801-1840, Edición Digital.
- Arrocha Graell Catalino, Historia de la Independencia de Panamá sus antecedentes y sus causas, 1821-1903, Lito-Impresora Panamá, SA.
- Sosa Juan B. y Arce Enrique J. Compendio de Historia de Panamá, Ediciones Facsímil de la de 1911.
- Gazteazoro, Carlos Manuel, La Independencia de 1821 como nueva etapa en el devenir histórico panameño, Edición Digital.
- Arauz Monfante Celestino, Independencia de Panamá, Edición Digital.
- Valdés Ramón, La Independencia del Istmo de Panamá sus antecedentes, sus causas y su justificación. Edición Digital.
- Wikipedia, la Enciclopedia Digital Libre.
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